martes, 2 de septiembre de 2014

Las veredas de la vida.


En la vida es probable que necesites cambiar alguna vez de vereda. Entonces no debes denostar, ni agraviar, ni subestimar, ni menospreciar a quien está en aquella que hoy caminas. Tu vida es larga y sinuosa y en ella cada curva y cada nueva recta deparan sorpresas. Es importante que las tomes y circules con actos mesurados, humildes y transparentes, los que si hace falta en la bifurcación, te permitan cruzar nuevamente y te reciban con los brazos abiertos los que has creído no necesitar nunca más. 

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